Para cualquier persona que actualmente tenga una pareja o esté buscando una relación, el objetivo principal debería ser tener una relación sana en lugar de una relación tóxica. Una relación sana suele ser del tipo que resiste el paso del tiempo y hace felices a ambos socios. La mayoría de las veces, una relación tóxica acabará por estallar, pero incluso si dura mucho tiempo, la felicidad o la salud mental de ninguna de las partes es buena. Estos gráficos de Lifehack explican brevemente ocho de las diferencias clave entre relaciones saludables y tóxicas. Mire y vea si su relación es buena o si necesita hacer algunos cambios.
En una relación sana, deben tener total confianza el uno en el otro y no tener motivos para estornudar o espiar.
En una relación sana, debes tener algunos valores fundamentales compartidos, pero estar dispuesto a ceder en aquellas cosas con las que no estás completamente de acuerdo.
En una relación sana, debes sentirte feliz cuando tu pareja tenga éxito.
En una relación sana, deben crecer y cambiar juntos.
En una relación sana, debes tener tiempo libre para hacer tus propias cosas, así como para pasar tiempo juntos.
En una relación sana, ambos socios deben ser iguales.
En una relación sana, debe saber cómo comunicar sus problemas.
En una relación sana, debes aceptar a tu pareja por lo que es, sin intentar cambiarla.
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